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Los alcaldes de Toga, Fanzara y Espadilla trasladan a Medio Ambiente la ‘preocupante’ situación del río Mijares y piden la limpieza del cañar que invade el cauce

Los alcaldes de Toga, Elías Barberán Guillamón, Fanzara, Marc Diago Feliu, y Espadilla, Vicente Domingo Silvestre Ortells, han puesto el foco en la necesidad de limpiar los cañares que han colonizado el cauce del río Mijares. Lo han hecho en una reunión celebrada recientemente en Fanzara, a la que tambíén asistió el rimer edil de Cirat, Pascual Salines Bito, con responsables de la Dirección General de Medio Natural, Luis Gomis, y la Prevención de Incendios, Rosa Touris, el diputado provincial del Consorcio de Bomberos de la Diputación de Castellón, David Vicente, y a la que en algún momento se incorporó el diputado autonómico y portavoz adjunto del GPP en Les Corts, Salvador Aguilella Ramos, de Onda, según ha podido saber eltriangulo.es de fuentes municipales.

Además, el próximo jueves 19 de septiembre, están citados en Castelló por la conselleria de Medio Ambiente, al frente de la cual está el castellonense Vicente Martínez Mus, para explicarles las actuaciones que tiene previstas realizar la Generalitat en el cauce del Mijares y que se iniciarían antes de fin de año, según ha indicado a este diario digital el alcalde de Espadilla (en la foto de arriba con gafas de sol, en un momento de la reunión de Fanzara). Al encuentro de Castelló se prevé que acudan también otros primeros ediles, como el de Torrechiva, Esteban Salas Guillamón, la de Vallat, Esther Gómez Pitarch, o el de Montanejos, Miguel Sandalinas Collado, entre otros.

En el caso de Toga, el río Mijares está colonizado en los sectores de El Ejido y El Macil por los cañares que se extienden a lo largo de más de dos kilómetros y ocupan una superficie aproximada de más de 17 hectáreas. “La situación es alarmante porque lo que empezó como una zona acotada hoy ha colonizado el lecho del río y es urgente que se actúe”, señala su alcalde Elías Barberán Guillamón (en la imagen de arriba con un polo azul), según transcribe una nota de prensa del Ayuntamiento.

“Sabemos que ahora sí podemos contar con el Consell para dar una solución a un problema que llevamos denunciando desde hace años y ante el que no habíamos recibido respuesta. El cambio en el Consell deseamos que se traduzca en un cambio de políticas que escuchen al interior de la provincia y  en especial a pueblos como el mío, pequeños, sin recursos y sin competencias para dar solución a un problema de esta magnitud”, ha señalado Barberán en transcripción de la nota.

En Fanzara, los tramos colonizados por los cañares se sitúan en la poza del molino de Bota, donde se han contabilizado cerca de 200 metros de longitud afectados, así como en La Huerta y El Gargán, donde la extensión ocupada por la especie supera los 1.500 metros de longitud. “En los últimos años se ha producido una eclosión de esta especie invasora que es urgente eliminar para evitar riesgos”, indica su alcalde, Marc Diago Feliu (con polo azul en la foto de arriba), según transcribe una nota de prensa del Ayuntamiento. Le acompañaba su teniente de alcaldía (con camiseta también azul), Sara María Salisa.

“En total son casi 20 hectáreas las afectadas por esta reproducción masiva de la caña que pedimos restaurar para devolver al lecho su capacidad de usos sociales y evitar con ello los riesgos que con motivo de incendios pueden ocasionar este tipo de superpoblaciones. Sabemos que podemos contar con la Conselleria de Medio Ambiente y el deseo es que la situación se atienda cuanto antes”, ha manifestado el primer edil de Fanzara, según acaba transcribiendo la nota de prensa municipal.

"El cauce del río Mijares ha dejado de ser visible a su paso por Espadilla. Concretamente, los sectores de El Plano y La Huerta están invadidos por cañares que impiden ver el lecho y que generan riesgos porque, en caso de incendio, el cañar prende y extiende las llamas”, según indica una nota de prensa de su Ayuntamiento.

“El Plano y La Huerta concentran una invasión de cañar que se extiende a lo largo de más de un kilómetro y ha colonizado ya más de 9,3 hectáreas. O ponemos freno a la situación o corremos riesgos”, explica el alcalde, Vicente Domingo Silvestre Ortells. Esta especie alóctona ha invadido el lecho. Impide visualizar el río y ya no solo genera un impacto visual notable y priva a los ciudadanos del uso social del río, “es el que el mayor problema viene de que en caso de que se decretara un incendio, el cañar prende y actúa como conductor. Las consecuencias serían dramáticas. Por eso urge intervenir”, señala la nota de prensa municipal.