La investigación #HablaRural de Greenpeace clasifica Torralba del Pinar entre los diez municipios españoles que menos agravan el cambio climático
05/05/2021 | 22:12 h
El informe #HablaRural de Greenpeace analiza las actividades a las que se destina la superficie total de todos los municipios de España y considera que Torralba del Pinar (en el corazón de la Sierra Espadán), Canejan (Vall d’Aran), Riocavado de la Sierra (Burgos), Valverde de los Arroyos (Guadalajara), Navaescurial (Ávila), Gistaín (Huesca), San Roque de Riomiera (Cantabria), Rábanos (Burgos), Viniegra de Arriba (La Rioja), y Valsalobre (Cuenca) son los 10 municipios españoles que menos están agravando el cambio climático y, por el contrario, más contribuyen a la conservación de la biodiversidad.
Estos diez municipios no presentan actividades que generen grandes emisiones de gases de efecto invernadero y, por el contrario, sí albergan áreas verdes y ecosistemas bien conservados, que actúan como sumideros naturales de carbono atmosférico. ‘Como demuestra este listado, y el análisis de usos del suelo de nuestro país, el medio rural es clave para solventar la emergencia climática y la crisis de biodiversidad. De hecho, a nivel estatal, el medio rural ayuda a frenar el cambio climático un 34% más que las ciudades y unas 20 veces más a la conservación de la biodiversidad’, indica un comunicado de prensa de Greenpeace.
Estos pueblos, como gran parte del territorio, se ven aquejados por un importante proceso de despoblamiento y actualmente cuentan con menos de 150 habitantes y una densidad poblacional muy baja, menor de 5 habitantes por km2. Estas personas cohabitan ecosistemas valiosísimos y contribuyen a su cuidado.
Los diez pueblos se caracterizan por presentar extensas áreas de bosques (casi el 80% de su término municipal, por ejemplo, en Torralba del Pinar o el 65% en Rábanos), pastos para el ganado (por ejemplo, en Viniegra de Arriba, la superficie de pastos para el ganado supera el 50% del término municipal y en Gistaín en torno a un 40%) y pequeñas tierras de cultivo. Este uso del territorio permite combinar la conservación del medio natural y el desarrollo de actividades económicas respetuosas con el medioambiente y la producción de alimentos como alternativa a la producción industrial de los mismos.
“El abandono de los pueblos implica el crecimiento de las ciudades y agrava la crisis ecológica porque se abandonan modos de vida sostenibles adaptados al entorno, se pierde agrodiversidad y biodiversidad, y se potencian modos de vida de mayor huella ecológica”, explica el portavoz de la campaña #HablaRural, Julio Barea. “Por ello, los problemas del medio rural afectan a toda la ciudadanía, no son problemas exclusivos del medio rural”, añade, según transcribe el comunicado de prensa de Greenpeace.