Vacían la joyeria Santolaria de Onda por un butrón en la casa contigua vacía
13/10/2016 | 10:42 h
(12 fotos) Un ladrón o varios han aprovechado que la joyería Santolaria, en la calle San Miguel, 11 de Onda, estaba cerrada por vacaciones desde el sábado pasado a meiodía, para llevarse todo lo que había en su interior, a través de un butrón practicado en la casa de al lado, la número 9, que está vacía. Cuando fueron a abrir el martes 11 por la mañana la zapatería Liberty, situada en el bajo número 7, una empleada y el padre del propietario del establecimiento vieron que la puerta del edificio abandonado estaba abierta. El hombre se acercó al retén de la Policía Local, situado al principio de la calle, y llegaron hasta el lugar de los hechos dos agentes, pero uno de ellos tuvo que ir a por linternas porque la casa estaba a oscuras.
Al entrar en el interior, vieron que habían intentado hacer el agujero en un sitio, pero al no poder conseguirlo, practicaron el butrón más adentro, todo por medios manuales para no hacer ruido, pues unos metros más allá hay un horno donde trabajan por la noche.
El albañil que tapó la cavidad comentó a eltriangulo.es que la operación les tuvo que costar muchas horas, "incluso varias noches", pues la pared es muy ancha y hecha con grandes piedras.
Una vez abierto el butrón, se introdujeron en el local y se llevaron todo lo que había dentro, incluso las joyas y relojes depositados para reparar, según indica el propietario de la joyería, Gerardo Santolaria. Es por ello que no se atreve a facilitar una valoración económica de todo lo sustraído.
La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación de los hechos, sospecha que el labrón o los ladrores salieron, una vez finalizado su trabajo, por la parte de atrás de la casa abandonada, que recae en la calle peatonal Santa Teresa, según comenta el dueño de la joyería.
Ésta no es la primera vez que la joyería Santolaria sufre algún robo y la última, el 23 de marzo de 2015, un día de lluvia, la colaboración ciudadana impidió que pudiera materializarse el atraco, aunque el propietario resultó herido leve.