El Museo El Carmen de Onda expone fotos de 40 olivos monumentales de la provincia de Castellón
11/10/2013 | 10:41 h
El Museo de Ciencias Naturales El Carmen de Onda acoge una nueva exposición itinerante. En este caso se trata de 'Los olivos monumentales en Castellón', una colección de fotografías tomadas por Arturo Esteve de aquellos ejemplares de esta especie arbórea que, en algunos casos, suponen verdaderas obras de arte realizadas por la naturaleza, además de fieles testigos de una gran cantidad de hechos que han marcado la historia de las comarcas de Castellón.
La exposición reúne 40 imágenes de gran formato de olivos, en su mayoría milenarios, como la Olivera del Chato, en Almedíjar, o la Morrudeta, en la Vall d’Alba, así como otros situados en Sant Mateu, La Jana, Vilafamés o Canet lo Roig, algunos de los cuales sobrepasan los 8 metros de altura. “Los olivos monumentales en Castellón” recala ahora en Onda tras haber estado presente durante los últimos tres años en museos y salas de exposiciones ubicadas en Alicante, León, Sevilla, Jaén, Málaga o Guipúzcoa, a fin de difundir el conocimiento y la estima del patrimonio arbóreo y monumental de la provincia de Castellón, que destaca por su variedad y riqueza.
La muestra, que podrá verse en el Museo del Carmen hasta el 15 de diciembre, recoge el trabajo documental que Arturo Esteve realizó a lo largo de un año, queriendo con ello sensibilizar y difundir la existencia de estos árboles que suponen la mejor y mayor colección a nivel mundial de estos monumentos vivientes, ya que estos olivos que se pueden ver en la provincia de Castellón, son consecuencia de las características naturales del olivo y de las técnicas ancestrales de su cultivo utilizadas por parte de nuestros labradores. Son viejos ejemplares que tienen o pueden tener la consideración de verdaderas obras de arte realizadas, a la par, por el hombre y por la naturaleza.
En muchas de las poblaciones de la provincia se encuentran ejemplares extraordinarios de un valor botánico incalculable y de una belleza plástica indescriptible, verdaderos bosques que se convierten en un museo al aire libre cuya imagen supoone un auténtico placer para los sentidos, llenos de un encanto y una magia que sólo la naturaleza sabe forjar.