La ordenanza de Tales de tenencia de animales peligrosos está en vigor desde hoy
19/07/2012 | 07:55 h
Ha entrado en vigor en Tales la ordenanza que regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos, tras publicarse hoy en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el texto completo. Según una nota de prensa del Ayuntamiento de Tales distribuida el 6 de junio, la ordenanza afecta a los animales de compañía que, por sus características, puedan suponer algún tipo de peligro para la ciudadanía.
El alcalde, Ambrosio Ramírez, explicaba que la normativa se pone en marcha “para tener un censo y un control de este tipo de animales y cumplir con la legalidad vigente en caso de que hubiese algún percance que tuviésemos que lamentar. De esta forma tendremos un registro con los datos de los propietarios y también de sus animales, así como de los lugares físicos en los que residan éstos, y poder actuar en consecuencia en caso de denuncias o incidencias”, según transcribía la nota.
En dicha ordenanza se especifica que están sujetos a cumplir esta normativa todos aquellos propietarios de animales de cualquier especie que posean características que les permita matar o lesionar a personas o cosas, que tengan antecedentes por conductas agresivas, que hayan sido adiestrados en la defensa o ataque, o que pertenezcan a una raza catalogada como potencialmente peligrosa.
Los propietarios deberán solicitar a través del registro del Ayuntamiento la pertinente licencia municipal que deberá ser renovada cada tres años. En dicha solicitud se identificará al animal mediante el DNI del propietario, una declaración jurada de no encontrarse incapacitado para cuidar del animal, una copia de la póliza del seguro de responsabilidad civil por importe mínimo de 120.202,42 euros por los posibles daños a terceros que pudiera ocasionar el animal, y una fotocopia de la inscripción del animal en el Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA), así como de su cartilla sanitaria actualizada.
El incumplimiento de esta ordenanza puede conllevar sanciones para los propietarios de animales potencialmente peligrosos.