La Unidad Militar de Emergencias se prepara en Onda contra las inundaciones
22/10/2016 | 09:56 h
(87 fotos) Una compañía de la Unión Militar de Emergencias (UME), el subgrupo táctico S/GT, realizó este jueves un ejercicio práctico de simulacro ante unas hipotéticas inundaciones en el embalse del Sitjar, en el término municipal de Onda.
A las 4 de la madrugada salieron desde el antiguo colegio Monteblanco, donde se alojaban durante toda la semana, al mando del capitán Juan Serna.
Mientras un comando se dedicó a trasvasar el agua desde una zona a otra, en la cantera del Tremedal, con la ayuda de una autobomba, otro se dedicó a desviar el cauce de un arroyo.
Con azadas y palas cavaron primero una zanja alternativa y después se dedicaron a modificar el curso del agua con la ayuda de sacos de tierra envueltos en plásticos. Para los trabajos cuentan también con vehículos del cuerpo de ingenieros.
Otros grupos rastrearon el río Mijares cauce arriba hacia Fanzara y una patrulla en una lancha, con la ayuda de un perro mestizo de pastor alemán y belga, del equipo cinológico, navegó por todo el embalse del Sitjar en busca de una supuesta persona arrastrada por las aguas.
El can, con muy buen olfato, les iba indicando zonas donde podía estar la víctima. En el lugar donde el perro más ladró, se colocó una boya para que después pudieran llegar los equipos de buceo y rescatar el cuerpo.
Mientras tanto, en el colegio Monteblanco, una pequeña parte de los 130 efectivos preparaban la comida en la cocina de campaña, para después distribuirla entre los diferentes grupos que actuaban en el Sitjar y el cauce del río Mijares. Para preparar toda la intendencia, la compra se realiza esta semana en las tiendas y los supermercados locales.
“Onda cuenta con una orografía perfecta para ejecutar este tipo de prácticas”, comentó el capitán Serna. El objetivo de estas maniobras denominadas ALFA es “consolidar y perfeccionar el nivel de instrucción y el grado de adiestramiento en inundaciones”, señaló el jefe de la compañía.
El viernes, una vez finalizadas las prácticas, los militares regresaron a su base en el acuartelamiento de Bétera.
